El número de personas empadronadas en el municipio es de 13.696, de los cuales 6734 son hombre y 6962 mujeres (datos del 2019).
El gentilicio de Torredonjimeno son los Tosirianos, que deben su nombre al que la ciudad tomó en tiempos de los Romanos (Tosiria).
La evolución histórica de la población de Torredonjimeno ha ido variando a lo largo de los años. Se tiene constancia de los cambios que se han producido en la misma desde el año 1767, a través del censo de Floridablanca.
Fuente | Año | Nº de habitantes |
---|---|---|
Censo de Floridablanca | 1767 | 3.200 |
Diccionario de Pascual Madoz | 1850 | 6.674 |
Padrón de habitantes | 1883 | 9.206 |
Padrón de habitantes | 1892 | 9.496 |
Padrón de habitantes | 1908 | 10.907 |
Padrón de habitantes | 2005 | 13.957 |
Merece especial atención el importante salto que se produce entre 1850 y 1883, con un aumento de 2.352 habitantes, teniendo en cuenta que la población en el siglo anterior era de 3.200 habitantes supone un aumento de un 38% para un periodo de treinta años, que se corresponde cronológicamente con el inicio del despegue del olivar, la sustitución del trigo por el olivar en extensas superficies de terreno, agricolización, roturación de tierras marginales podría decirse por tanto que la demanda de una población en constante crecimiento tiene como respuesta la opción cada vez más definida por el monocultivo del olivar.
Con respecto al tipo de poblamiento, a finales del siglo XIX existían numerosas cortijadas en las inmediaciones del núcleo urbano, de hecho en 1930, de los 16.000 habitantes con los que contaba 1.500 vivían en algún cortijo, pero en la actualidad todas están localizados en el núcleo urbano, debido a la abundancia de medios de transporte y a la menor dependencia del campesino con respecto a la tierra.
Otro aspecto a destacar en el campo de la población es el común trasvase de personas entre zonas colindantes con interrelaciones entre familias de distintos municipios, incluso citas anuales de encuentro que servían para establecer nuevos vínculos matrimoniales, fundamentalmente las fiestas de los pueblos vecinos y las campañas de recolección de la aceituna.
El movimiento poblacional sin embargo durante este periodo es poco significativo, la mayoría de los habitantes son naturales del lugar, y salvo alguna excepción de zonas más lejanas como pueblos de la zona de Levante, Madrid o Granada, todos ellos escasamente significativos, la mayoría de los forasteros son de los pueblos limítrofes; su población está en constante crecimiento en los años 50 con 16.000 habitantes y resintiéndose su número con la emigración de los años 60 tanto la emigración urbana como continental;
Con respecto al censo actual, desde el censo de mitad del siglo XVIII ha habido un descenso de alrededor de 3.000 habitantes, en parte debido también al descenso de la natalidad y al movimiento de la población a zonas con otro tipo de industria más modernas, como ha ocurrido en muchos de los pueblos cuya labor era principalmente agrícola.